25 mayo 2011

Mi primera vez…


Mi primera vez que escribía sabiendo que muchas personas lo podían leer. Llego el día en el que me planteé empezar a escribir un blog, y luego pensé cómo podía ser mi primera entrada, aquello de enganchar a mis lectores para que siempre me lean, lograr realizar una interacción a través de los comentarios, y en definitiva tener mis “clientes” del blog. Entonces se me ocurrió que podía empezar con una resumida biografía para que de verdad me conozcan.

De pequeña siempre fui introvertida, sólo con aquellas personas que me hacían sentir bienvenida era con las que me relacionaba, desde preescolar fui así, recuerdo q tenia 3 amiguitos, uno con el que jugaba en el patio a la hora del recreo, otra con la que comía y compartíamos las cosas de la lonchera y la otra (que mas que mi compañera era mi maestra) con la que me encantaba estar durante la hora de manualidades. La cosa se repitió en primaria, pero aquí empezó a crecer mi circulo de amigos, digamos que de 3 pasamos a 7, 7 personitas que hicieron de mis días en la escuela los recuerdos más lindos de mi vida.

Luego de un cambio de colegio llegué a bachillerato, aquí se me complicó la cosa, porque muchas alumnas ya habían dejado de ser niñas y eran mujeres (si saben a que me refiero) y yo todavía no experimentaba esa etapa, así que había una brecha que nos dividía, no había nada que me relacionara con ellas, que complicado estar en una conversación cuando tu no tienes nada que aportar, que si me gusta este o aquel, que si el primer beso, que si no puedo ir a la playa por la “regla”, que si hay una fiesta en no sé donde y va fulanito... en fin, temas con los que todavía yo no me daba la mano, entonces digamos que volvió a reducirse el grupo y termine con una sola amiga. Pero todo esto cambio para 4to y 5to año, aquí la cosa cambió drásticamente, en un principio porque de limitadas 30 personas con las que podía relacionarme, me cambiaron a un liceo donde tenia alrededor de 1200 estudiantes. Claro al principio estaba como abrumada, demasiada gente, demasiada libertad, pero poco a poco le empecé a agarrar el gustico.

Y conocí muchísima gente, hasta llegué al punto donde era bien popular, pues sí, yo fui popular! Quién iba a imaginarse eso? O quién iba a imaginarse que iba a durar tanto? Porque la cosa continuó igualita cuando empecé en la uni, tuve varios amigos, en realidad un grupo bien agradable con el que compartí momentos maravillosos! Ya aquí empecé a entender aquellos cuentos de 9no y con el pasar del tiempo creció el grupo y a la hora de la graduación todos éramos muy unidos. Pero como todo no es para siempre, mucha gente se fue a otras ciudades a emprender sus caminos y fueron pocos los que seguían manteniendo el contacto. 

Y esos pocos son los que hasta hoy día comparten mi experiencia de vida así sea por medios tecnológicos porque la distancia no lo permite, pero esos pocos son los que me han enseñado lo que de verdad vale en una amistad. No es necesario tener un millón de amigos para ser feliz, realmente la felicidad se alcanza cuando sabes que unos pocos te apoyan en las buenas y en las malas.